Abundando sobre el nuevo…

Abundando sobre el nuevo paradigma: Los Constructivismos

Se agradece el dialogo abierto por Luis Soler sobre este tema de la epistemología emergente o las nuevas comprensiones de cómo se produce el conocimiento de eso que llamamos realidad. El dialogo es siempre estimulante, sobre todo cuando los que entran en el mismo están abiertos a interpelarse, a comprenderse mejor, es decir a intentar entender desde donde habla el otro, y con actitud de “mente de principiante”, que es lo contrario de la mente del experto, que como ya lo sabe casi todo a veces no está dispuesto a abrirse al conocimiento de los otros u otras. Y cuando todo eso se hace desde la amistad y el interés por el otro, pues se dan las condiciones idóneas para el dialogo, que obviamente no es excluyente sino que está en permanente actitud de invitación a otros a sumarse a dicho proceso.

El artículo de Luis Soler es muy sugerente y son muchos los puntos de entrada que ofrece. Tomaré como punto de partida la cuestión etimológica del vocablo realidad, que remite al verbo “reri” que nos lleva a que res (realidad) significa “aquello acerca de lo cual se piensa” Y esta es la cuestión, que desde lo humano, no podemos “ver” la realidad, sino que la pensamos, interpuestos siempre nuestros marcos teóricos y conceptuales, nuestros esquemas de conocimiento, nuestros esquemas emocionales, etc., que aportamos a eso que llamamos realidad externa a nosotros. Como dirá Bruner nuestro contacto con el mundo no es directo. Estamos condicionados biológica, lingüística y culturalmente a ver el mundo de determinados modos. Es a lo que también se refiere David Bohm, en la cita traída en el escrito de Luis Soler: una teoría es como ver una realidad por una ventana. Si cambiamos el marco teórico accedemos por otra ventana que nos permite ver otras cosas. Así que hay múltiples ventanas desde donde podemos ver y cada una muestra perspectivas diferentes; con la suma de todas ellas ni siquiera podemos captar el objeto o la realidad en su coseidad (talidad, seria en la expresión budista, en lo que es)

Muchos son los autores que desde perspectivas constructivistas hablan de esta imposibilidad de captar directamente la realidad, de la imposibilidad de la objetividad.

El concepto clásico de una “ciencia última”, que implicaba una descripción objetiva del mundo, ha sido cuestionada por diversos autores desde postulados constructivistas. “La objetividad es una ilusión”. Para Heinz Von Foerster el concepto de objetividad tiene que ver con la ilusión de creer que podemos observar el mundo independiente de nosotros. Para el la descripción objetiva del mundo contenía serias contradicciones y no se sostenía:
a) Las observaciones no son absolutas sino relativas al punto de vista de un observador (por ejemplo su sistema de coordenadas. Einstein)
b) Las observaciones afectan a lo observado de tal modo que impiden toda esperanza del observador en cuanto a poder predecir (principio de incertidumbre absoluta. Heisenberg).

Ahora sabemos que una descripción del mundo implica al que lo describe, al que lo observa. Por tanto la idea peculiar de nuestra tradición occidental: “Las propiedades del observador no deben entrar en la descripción de sus observaciones” es una ilusión. La objetividad no tiene sentido. La idea de que el cerebro puede crear una imagen del mundo –como una cámara fotográfica- es ridícula, en expresión de V. Foerster.

Diversas opiniones de científicos relevantes ya apuntaban en esta dirección:
- Einstein a Heisenberg: “En una teoría es imposible observar solo magnitudes observables. Es más bien la teoría la que decide lo que se puede observar.
- Heisenberg escribió: “Deberíamos recordar que lo que observamos no es la naturaleza misma, sino la naturaleza impuesta por nuestra manera de plantear las preguntas”.

Por hoy me gustaría concluir que los seres humanos como seres que vivimos en el lenguaje estamos continuamente en nuestra cultura y en nuestra vida social y comunitaria, creando y re-creando nuevas comprensiones, negociando y re-negociando nuevos sentidos y forma de entender la realidad que a su vez la cambian y la transforman. El lenguaje lejos de ser un mero medio de intercambio de información, es un medio de construcción de la realidad social, organizativa, cultural. Así es que, seguramente cambiar el mundo requiere también cambiar los relatos sobre el mismo.

Con gratitud y afecto a los miembros de la barraca, con quienes de vez en cuando no solo compartimos buenas conversaciones, sino también eventos lúdico-gastronómicos, como el vivido este sábado pasado día 5, en San Juan, en el que conversamos, reímos y comimos muy gratamente. Donde por cierto echamos de menos a Paco Y Mari Carmen, que nos estuvieron representando, en la cena de Sella y, como no, a Vicente y María José, que parece que apenas se acuerdan que tienen unos amigos de la barraca y casi siempre tienen otras prioridades… ¿o habrá algo más?

Paco Buigues