De leda atómica al pentagrama y el rosetón gótico‏

Buenos días amigo lector, nos acercamos al final de esta curiosidad artística. El vídeo que incorpora el editor en la entrega anterior ayuda mucho para comprender que el arte y la ciencia tienen mucho en común, entre otras la observación y el esfuerzo, cualidades que hacen avanzar a la sociedad. Sabemos ya que el pentagrama encierra múltiples curiosidades, que no secretos, es importante esta matización. Deseo concluir esta colaboración comentando el rosetón templario de la ermita de San Bartolomé en el cañón del río Lobos, término municipal de Ucero, provincia de Soria. Cuando la visité, un verano caluroso, con mi familia, descubrí un enclave maravilloso, lleno de la belleza que me gusta: soledad, solemnidad en el paisaje, silencio, agua, altura, luz... Tras un largo paseo por una senda blanquecina sobre el verde y marrón de la tierra llegamos frente un pequeño templo perdido y oculto, a los codiciosos ojos de los turistas. Guardo su recuerdo y el tiempo en la memoria. Ni siquiera una fotografía. Muchos años después recupero aquellas imágenes y las trenzo con otras para dar forma a este relato.

Se trata de una edificación construida en el primer tercio del siglo XIII. Entre otros símbolos esotéricos está este rosetón, una enigmática -no tanto-celosía calada, de tracería musulmana, según Juan Antonio Gaya Nuño, en la que confluyen entrelazados 10 corazones con una pentalfa y el consiguiente pentágono central.

Este curioso pentágono místico, pitagórico, lo encontramos en numerosos rosetones góticos como por ejemplo: Santa María en Lemgo (Alemania) Catedral de Amiens (Francia) en la iglesia mudéjar de Calatayud y otras. También encontramos la famosa estrella de cinco puntas en la literatura y de entre todas me quedo con esta cita del Fausto de Goethe.

En la tercera escena de la primera parte aparece el siguiente diálogo:
Mefistófeles: Hay un pequeño obstáculo que me impide salir de aquí y es esa estrellita de cinco picos que se atraviesa en el umbral.
Fausto: ¿Te preocupa el pentagrama...?

Pero volvamos la rosetón. El mensaje que los templarios "escriben" lo encontramos, según Ángel Almazán en el pensamiento sufí y en particular en Ibn Al Arabi, místico murciano: el corazón (Qalb) representa el órgano mediante el cual se produce el verdadero conocimiento, la intuición comprehensiva... No se trata del órgano físico alojado en el lado izquierdo, sino "un centro de la fisiología mística". El corazón en la mística sufí es el ojo por el que dios se conoce a sí mismo revelándose en las formas de sus epifanías. Es decir una energía "secreta" que percibe la realidad divina. Cuando el velo se alza (esa es la etimología de re-velar) el corazón del gnóstico es como un espejo en el que se refleja la forma microscópica del ser divino. Para Al Arabí el corazón es la casa de dios, más noble que la Kaaba, la cual es la representación en la tierra del trono de dios.

La etimología de la palabra corazón procede del indoeuropeo KRD, que también significa centro y medio. San Clemente de Alejandría afirma que dios es el centro del mundo. René Guénon, estudioso de las religiones en sus orígenes reflexiona sobre el rosetón mandálico de San Bartolomé y los diez corazones que rodean y crean la pentalfa y el pentágono. Para no cansaros, tan sólo una pequeña cita: " (...) desde un enfoque supra-individual se dice que en el corazón reside Brama mismo, el principio divino del cual procede y depende enteramente toda existencia y que, desde el interior penetra, sostiene e ilumina todas las cosas".

¿Pretendían los templarios anunciar este mensaje mediante estas verdaderas obras de arte? Muy posiblemente sí.

Para reforzar esta premisa, incorporo alguna información adicional: La figura de la estrella de cinco puntas que se forma al trazar las cinco diagonales de una cara pentagonal de un dodecaedro regular, llamado pentágono estrellado, pentacle, pentalfa o pentagrama místico, ha sido una especie de símbolo esotérico de identificación, a modo de anagrama de la escuela pitagórica (según Jámbico en su obra vida de Pitágoras). Una curiosa propiedad del pentagrama que imponía respeto a los pitagóricos era la unicursalidad: "la estrella pentagonal puede ser trazada por el movimiento de un punto sin pasar dos veces por el mismo lado". Una segunda propiedad que inspiraba a los pitagóricos es la relación del pentagrama con la palabra griega uyiea - Higinia, de donde procede higiene, saludable. Curiosamente la virgen venerada en San Bartolomé es la virgen de la salud.

 
La estrella pentagonal pitagórica (Pentagrama místico) en tres mosaicos del parque Güell de Barcelona. Gaudí

Arte, matemáticas, religión no están tan distantes como podamos imaginar. La contemplación de un mandala inspira serenidad, sentimiento de que la vida ha vuelto a encontrar sentido y orden, señala Chevalier Gheerbrant. En estos momentos de crisis la contemplación de la obra artística debiera infundir nuevos objetivos en las mentes cerradas de nuestros mandatarios.

Leda atómica y Dalí nos han posibilitado este entretenimiento. Finalizo con este soneto de Alberti, poeta cercano al pintor, sobre esta proporción, canon de belleza y armonía:

A LA DIVINA PROPORCIÓN A ti, maravillosa disciplina, Media, extrema razón de la hermosura Que claramente acata la clausura Viva en la malla de tu ley divina. A ti, cárcel feliz de la retina, Áurea sección, celeste cuadratura, Misteriosa fontana de mesura Que el universo armónico origina. A ti, más de los sueños angulares. Flor de las cinco formas regulares, Dodecaedro azul, arco sonoro. Luces por alas un compás ardiente. Tu canto es una esfera trasparente. A ti, divina proporción de oro.

Confío haber logrado cierto interés, alguna curiosidad. Con ello me conformo y me despido, hasta otra...

Sella junio 2012, Lluís Soler.