Vitoria. Fiesta de San Prudencio

Plaza de España. Interpretación de la Retreta de San Prudencio desde la balconada de la Casa Consistorial, después vendría la célebre tamborrada a la que no asistiríamos por su tardío comienzo.

Llegamos a la Plaza de España con el tiempo suficiente para ir viendo como se iba generando el acontecimiento. A pesar de la gélida temperatura, el solecito invitaba a sentarnos en los bancos que para tal fin existen en la plaza. 

 

Comienza el espectáculo, aparecen en la balconada del consistorio unos señores, vestidos de época, que con sus estridentes sonidos dan comienzo a la fiesta en la que se darán cita los cocineros y representantes de las sociedades gastronómicas de Álava. Vestidos con amplios delantales y sombreros. Sobre el escenario grupos de danza euskaldunos, coro formado por jóvenes promesas del país y como no el “Aurresku”, sin faltar el son del txistu y el tambor.

   

Una actuación, especial para mi por su originalidad y porque nunca la había visto y que sin duda hay que considerarla y clasificarla como de percusión. Consistía en golpear, con entusiasmo, a su ritmo, al ritmo de dos individuos provistos de sus correspondientes baquetas, unos robustos palos de madera, cuatro tablones de madera que imagino adecuadamente colocados, producían un sonido que, en principio y dado mi desconocimiento, no me atrevo a calificar. Yo creo que se trataba de una actuación.

La cuadrilla poco a poco se fue integrando en el espectáculo. Primero colocándose estratégicamente, para, conforme iban cogiendo confianza, llegar a perderse entre la multitud. Para terminar, Luis levantó acta de todo lo que allí había acontecido.

   

Salvador