Sobre El Yo, El Lenguaje y La Conciencia

on miércoles, septiembre 05, 2012

Esta mañana he leído, con admiración, el escrito de nuestro editor sobre la conversación del pasado sábado en la plaza de Sella, sintiendo en nuestro cuerpo la fresca noche, con la que la naturaleza, de la media montaña mediterránea, nos gratifica.

Una velada fructífera a mi entender, por el contenido elegido, casual, accidental… La razón es lo de menos, lo apasionante fue el interés demostrado. No es fácil hallar temas motivadores en estos momentos que vivimos bajo la presión económica y mediática que imponen los que controlan la información. En nuestro caso conseguimos aislarnos, alejarnos del cauce unidireccional por el cual nos quieren conducir y el resultado fue el que todos conocemos.

Antes de entrar de lleno en el título de esta reflexión me permito compartir con los componentes de esta tertulia las palabras del filósofo Javier Gomá: “Es difícil exagerar la importancia del lenguaje en la percepción de la realidad: al percibir un vaso no percibimos un vaso, sino un vaso interpretado”.

La construcción del yo es un proceso relativamente moderno. Desgajar y separar esa construcción del engranaje psico-religioso-filosófico ha sido fundamental para entender y simplificar sobremanera la cuestión. Dice Unamuno en “Del sentimiento trágico de la vida”: “preguntarle a uno por su yo (suyo) es como preguntarle por su cuerpo. Y cuanta que al hablar del yo, hablo del yo concreto y personal; no del yo de Fichte sino Fichte mismo, del hombre Fichte”. Como siempre Unamuno tan fuerte y concluyente, pero conviene oír otras voces. A la pregunta ¿qué es el yo? Responde Ouspensky: “Trate de entender la división entre yo y Ouspenky. No tenemos un yo permanente como si estuviese opuesto a Ouspensky. En este proceso desde el yo observador hasta el yo permanente, al comienzo el yo es muy pequeño… el resto es Ouspensky o falsa personalidad.

La sensación de tener un núcleo inalterable, afirma Hume es falsa. La idea del yo es en realidad una larga cadena de impresiones simples que nunca has percibido simultáneamente… no es más que un manojo de juicios diferentes que se suceden el uno al otro con una rapidez increíble y que están constantemente en cambio en movimiento… pero eso es precisamente el fundamento del yo.

Y esto sin mencionar a los grandes estudiosos de la conducta, psiquiatras, sicólogos, etc. Mi posición personal se fundamenta entre otros en la escuela evolucionista de Vygotski que grosso modo afirma el yo no dispone de un órgano concreto. Se deposita sobre la masa cerebral y se mantiene vivo gracias a las conexiones neuronales. Su formación se logra como resultado de la interacción con el grupo.

Desde el yo, desde ese manojo de juicios diferentes, desde esa interacción individuo-grupo se construye el lenguaje-pensamiento o pensamiento-lenguaje con el cual definir, comprender la realidad interna-externa o externa-interna. Tomar constancia de ello es lo ha venido en denominarse consciencia o conciencia.

Luis Soler

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