Miradas Y Conversaciones

on viernes, septiembre 08, 2017

Un encuentro familiar en “casa” de Manuel y Adela

Hoy día 2 de julio de 2017 nos hemos reunido en el bar que Manuel y Adela han abierto, en la calle Lorenzo Llaneras, de nombre la Piedra (todavía heredado del antiguo propietario). Es un día de encuentro familiar y celebración. De celebración y gratitud precisamente por la posibilidad de encontrarnos, de compartir tiempo, conversaciones y comensalidad, de sabernos próximos y familiares, de juntarnos para recordarnos, que nos apreciamos, que podemos contar unas y unos con las otras y los otros…

Tiempo para conversar, que quiere decir etimológicamente, danzar juntos, compartiendo diálogos, experiencias, recuerdos vividos, etc. Tiempo para la comensalidad que quiere decir comer y beber juntos alrededor de la misma mesa. Espacio, desde tiempos inmemoriales, para hacer y rehacer las relaciones familiares y amicales. Un lugar privilegiado de encuentro, de comunicación y de compartir las cosas buenas que nos pasan (y si queremos también algunas menos buenas) y celebrar la alegría de la vida, de encontrarse, de la proximidad… Y también si hace falta de confrontarse, debatir o discutir abiertamente y expresar las diferencias, los distintos puntos de vista… Gracias a todas y todos por este tiempo de comensalidad, de dialogo y conversación libre y desinteresada.

Queríamos que hubieran estado con nosotros la tía Vicenta y el tío Ángel, María y Sebastián y sus hijas, Ana y las suyas (y quizá su novio), pero no ha podido ser esta vez, pero quizá pronto… Eso sí están, y nos alegramos mucho, Ángel y Mari y David y su novia, que hoy también representan a toda su familia.

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Pero no podíamos dejar pasar esta ocasión de juntarnos, pues también celebramos, que después de mucho tiempo, y de muchos kilómetros de distancia, tenemos aquí a Alba y a Jaume, a Liam y a Kai, que han venido a pasar 2 meses entre nosotras y nosotros y eso es motivo de celebración: poder abrazarles a todos, darles muchos besos (más a los niños) para que sepan que tiene una familia, en esta ciudad, que les quiere y estima y les tienen un gran afecto y cariño. Y ahora que hay ecos de que pueden regresar a vivir con nosotras y nosotros, lo celebramos doblemente…

En fin, gracias de nuevo a todas y todos y que sigamos juntándonos, cuidando la proximidad y la cercanía y si es posible, viviendo en el lado poético de la vida, el del cuidado, la ternura, la amistad y el amor.

Hemos disfrutado también de nuestra nieta Shira que ha venido con Ana y Fran. Su hermano Adri no ha podido estar con nosotros pues pasa esta quincena con la familia paterna.

Un fuerte abrazo a todas y todos los que están aquí y los que no han podido venir y que nos volvamos a reunir pronto.

Paco Buigues

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