Sorolla. Luz y Color

Hablar de Sorolla es hablar de su capacidad para captar la luz y el color. Luz y color, dos nombres característicos de la pintura. Sin entrar en mucho detalle, la luz sabemos que son ondas electromagnéticas que poseen un rango de energías en el que cada una de ellas corresponde a un color distinto que podemos ver. Es el cerebro la gran máquina que ve. Tras un complejo proceso en el que se producen reacciones químicas y corrientes eléctricas, el cerebro es el que ve realmente las imágenes que estamos mirando, y no solamente las ve sino que las almacena, y además genera nuevas imágenes, sentimientos y emociones.

Es curioso porque la luz no la podemos coger, pero la podemos sentir, así admirando cualquier cuadro de Sorolla, por ejemplo “la red”, quien no es capaz de sentir el calor del sol en la arena, o el calor de las lonas que cubren la barca, o el color del Mediterráneo tan ampliamente tratado en su obra.

 
La Red. Joaquín Sorolla

Podemos imaginar, situaciones similares, la hora del día, ... es libre, seguro que a uno, al contemplar el cuadro, le puede sugerir tanto como le permita su imaginación.

Sorolla hace intervenir el fenómeno asociado a la luz como el gran factor plástico en su pintura porque, aunque a él le preocupa también la composición y el dibujo, lo que le define es esa búsqueda del color asociado a la luz. El color como componente emotivo que tiñe el lienzo y las emociones del espectador.

 
Sol de la Tarde. Joaquín Sorolla

Nota de Prensa.- Nueva York, 8 noviembre 2013 "Buscando mariscos", del pintor español Joaquín Sorolla, se vendió en una puja de Sotheby's de Nueva York por 4,8 millones de dólares, lo que la convierte en la obra del artista más cara jamás adjudicada en una subasta en EE.UU.

 
Buscando Mariscos. Joaquín Sorolla

Salvador