Viaje en AVE a Madrid

Inexplicablemente sale adelante la propuesta de viajar a Madrid. Salida 27 de Febrero vuelta domingo 2 de Marzo. Viaje gastronómico – cultural pero también viaje experimental, solo para intrépidos. Se trataba de probar el AVE. Para muchos su primera experiencia. En parte de los expedicionarios reinaba un poco de inquietud, nerviosismo ante lo desconocido. A esas velocidades… ¿volara?... porque las aves vuelan… y esto es un AVE.

AVE anagrama de “Alta Velocidad Española”, el sistema, en expansión, más largo de la red de alta velocidad europea con sus 3.100 km y el segundo en el mundo después de China. La máxima velocidad se consigue en su trayecto Madrid - Barcelona (310 km/h), no así en el trayecto Alicante – Madrid donde todavía falta mucho por hacer.

6:20 de la tarde, subimos al AVE dispuestos a disfrutar de la experiencia, tras colocarnos cómodamente en unas mesitas en las que caben cuatro pasajeros, … yo tengo que ir de cara porque si no me mareo, a mí me da lo mismo de cara que de culo, tu siéntate ahí Luís, ¿yo donde me pongo?, me puedes poner eso en el altillo, mira las maletas, los que están de culo que miren las maletas no se las vayan a llevar… frases que se escuchaban mientras se acomodaba la expedición.

Iniciada la salida puntual a las 18:20 y transcurridos unos minutos, se oye por megafonía algo que las chicas, dispuestas a jugar a las cartas todo el viaje, interpretan como “prohibido jugar”, imaginaros la que se armó. Afortunadamente en el AVE como en el avión y hasta en el Tram, los mensajes se repiten en varios idiomas. Estando pendientes todos los integrantes de la expedición pudimos escuchar el mensaje, que una vez traducido, decía “prohibido fumar”. La cara de satisfacción de las chicas era para grabarla. El viaje trascurrió sin muchas incidencias, aunque no faltaban frases como: se me han tapado los oídos, ¿qué pasa?... es que iremos a mucha velocidad, iremos a despegar… decía Carlos con cierta preocupación ya que a él le aterra volar y menos mal que sabía que era a un tren a lo que se había montado.

Por fin Madrid, 2 horas 20 minutos… pues a mí no me ha gustado la experiencia, a mí tampoco, yo ya no vuelvo a coger el AVE, se te tapan los oídos, definitivamente no… nuevas murmuraciones. Con todo el equipaje en la mano, gracias a la vigilancia, bajamos en Atocha dispuestos a la gran aventura… Madrid. Nos espera Cézanne entre otras muchas cosas.

 

Espero que en la próxima aventura pueda participar toda la Font.

Salvador