Cuenca Abril 2018

Hemos vuelto a Cuenca después de casi 30 años (Irene y yo). Dani y Mateo no la conocían, así que éste es el primer viaje “largo” de mi nieto.

 

Recordaba la mayoría de los lugares que hemos visitado, pero siempre hay algo que no vimos o que ha cambiado, para bien o para mal…

Para bien, la restauración de muchos edificios del casco antiguo, limpieza, tranquilidad.

 

Para mal, especialmente en la serranía, una plaga de procesionaria que ha arrasado con enormes superficies de pinar y que nos incomodó en el paseo por la Ciudad Encantada. La alergia me duró en forma de granitos y picazón varios días (leve).

 

En el Nacimiento del río Cuervo disfrutamos de unas cascadas espectaculares, gracias a las lluvias y nieves de las últimas semanas, Además, han construido una pasarela de madera que lleva hasta las mismas con toda comodidad sillas y cochecitos de bebé.

 

De nuestro paso por Alarcón

   

Disfrutamos de la gastronomía (morteruelo, ajoarriero, cordero, gamo, trucha… y descubrimos que Mateo no le hace ascos a ninguno de esos manjares.

Excepto unas gotas caídas el miércoles por la mañana, disfrutamos de un tiempo magnífico. Así que volvemos a casa con las biobaterías recargadas hasta el verano.

Carlos