Energía de Activación Elevada

A nivel molecular, el factor determinante de la velocidad de reacción es el número de colisiones o choques entre las moléculas. Cuanto más frecuentes sean los choques mayor será la probabilidad de que la reacción ocurra.

Ahora bien, no es suficiente que las moléculas choquen, deben chocar con la energía suficiente para que la reacción tenga lugar. A esta energía mínima a superar se le llama “Energía de Activación”.

 
Foto tomada al finalizar la cena en “La Piscina”

Forma de aumentar la energía, incrementando la temperatura. Incrementando la temperatura no solamente se incrementa el número de choques sino también la energía del choque y por tanto la probabilidad de que alguno de estos choques sobrepase la barrera llamada Energía de Activación y la reacción tenga lugar.

Arrhenius en 1889 relacionó la Energía de Activación con la temperatura mediante una fórmula en la que incluye neperianos. La Energía de Activación aumenta con la temperatura, viene a expresar con dicho algoritmo.

En el cerebro se producen reacciones químicas. La actividad neuronal o química cerebral, aumenta con la temperatura y por tanto la probabilidad de choques que, dependiendo de su energía, pueden provocar distintas reacciones. Reacciones que no en todos los casos son las más deseables.

¿Es esto lo que pudo pasar la otra noche durante la cena? ¿Hubo una alta Energía de Activación con la que se aumento la probabilidad de choques? ¿Se produjeron reacciones indeseables?¿Estaba alterada la actividad cerebral por la alta temperatura medioambiental existente?…

Si no fuera porque el cuerpo humano es una máquina perfecta y por ello cuenta con un sistema de termostatización prácticamente perfecto se podría pensar en que la elevada temperatura medio ambiental, estaba afectando los sistemas neuronales de los comensales. Afortunadamente el calor no afecta las funciones neuronales y por tanto la actividad cerebral.

Con el transcurso de la cena y avanzada la noche la Actividad fue disminuyendo… la temperatura también descendió…

Salvador