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sam
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lunes, septiembre 01, 2014
La noche del Sábado 16 de Agosto tuvimos una velada especial. Estuvimos cenando en “La Piscina”, en Sella, una noche espléndida, lejos del mundanal ruido, como el título de la novela de Thomas Hardy.
Paco, el dueño del restaurante, nos hizo disfrutar de una buena cena. Empezando por unos canapés de salazones, pasando por el pan a la catalana, sin ajo para las mujeres, para terminar con carne a la plancha.

Después de los postres vino la sorpresa, Paco se había preparado para hacernos una Queimada. La noche ayudaba, Paco se puso en trance y empezó con el ritual… un privilegio poder disfrutar de estos momentos. Nombró a las “bruxas” y “falando en galego”, mientras revolvía el brebaje para espantar a los malos espíritus y atraer a los buenos, comenzó con el conjuro. Un conjuro un tanto especial, adaptado para la ocasión.
“Después de este brebaje bien purificado
que nos entre en nuestro estómago
y el corazón se nos haga mas caliente
hacia los demás” … decía Paco en su galego.
Paco fundió la tierra, el agua y el fuego… que lo hizo danzar hasta concluir con la pócima mágica, pócima que tan solo probé para purificar mi alma, tenia que conducir de vuelta a Alicante. A los demás no solo les purifico el alma sino que también les calentó el cuerpo.”
Durante el ritual Paco también canto la canción de San Antonio, que dice así:
“San Antonio, San Antoñino
danos forza no carallo
como o porco no fuciño.”
Que podamos repetir estas noches tan especiales…
Salvador